Fernando Arbués Gracia, Ramón Barberán Ortí
Habitualmente, las tarifas que gravan el consumo de agua pretenden lograr simultáneamente la financiación del servicio, el reparto de los costes entre sus usuarios, la asignación del agua entre sus demandantes y la conservación del recurso. Por ello, el diseño de estas tarifas suele someterse a criterios normativos como los de suficiencia, equidad, eficiencia y sencillez. En este trabajo se analizan las tarifas vigentes en 2008 en las capitales de provincia españolas desde la perspectiva de la equidad en el tratamiento de los usuarios.
Al respecto, dado que se trata de un servicio público cuyos beneficios son en su mayor parte divisibles, adoptamos el principio del beneficio como base para el establecimiento de un criterio de equidad operativo. En particular, nos interesa evaluar las consecuencias para la equidad de la existencia de tarifas con precios crecientes que gravan el consumo agregado del hogar, que suelen ocasionar que la satisfacción de las necesidades básicas de agua de los individuos resulte más gravosa cuanto mayor es el tamaño del hogar al que pertenecen.
Además, prestamos una atención muy especial al efecto sobre la equidad de las tarifas especiales para los hogares de mayor tamaño que han sido introducidas en numerosas ciudades para hacer frente a los problemas de trato discriminatorio que pueden afectar a los residentes en este tipo de hogares. El estudio realizado confirma la existencia de problemas de equidad en el tratamiento de los distintos usuarios del servicio �asociadas al tamaño del hogar de pertenencia-, que perjudican especialmente a los hogares grandes, aunque no sólo a ellos, y que gran parte de las tarifas especiales adoptadas en las capitales de provincia españolas no resultan adecuadas para darles solución.
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