Antes de la introducción de los antibacterianos, habitualmente llamados antibióticos, para el tratamiento de las enfermedades infecciosas, las meningitis y las endocarditis eran casi siempre fatales y otras infecciones como la bacteriemia por Staphylococcus aureus tenían una elevada mortalidad (1). Uno de los mayores avances médicos del siglo pasado ha sido el desarrollo de los antibióticos.
Son una herramienta fundamental en la medicina moderna; los transplantes,la quimioterapia del cáncer y la cirugía ortopédica no serían viables sin la disponibilidad de potentes antibióticos. Sin embargo, su uso excesivo y a veces inadecuado (por ejemplo, a menudo se prescriben para infecciones virales y cuando no se hace diagnóstico microbiológico se utilizan siempre antibióticos de amplio espectro), ha llevado al desarrollo de resistencias.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados