Resumen de El extraño caso de David Sánchez Rodríguez: CAS 2009/A/1978 Rodríguez Sánchez vs. FC Timisoara SA
El presente artículo viene a analizar el laudo del Tribunal de Arbitraje del Deporte con sede en Lausana, Suiza (en adelante "el TAS"), y que enfrentó por una parte, al jugador de fútbol profesional, D. David Sánchez Rodríguez (en adelante "el Jugador") y de otra, al club de fútbol rumano, S. C. FOTBAL CLUB TIMISOARA S. A., (en adelante "Timisoara" o "el Club" indistintamente). Con este artículo se pretende exponer al lector uno de los innumerables casos que, desgraciadamente, vienen sucediendo en el mundo del fútbol profesional entre jugadores y clubes, y que no es otro, que la indefensión a la que los jugadores son sometidos cuando un club decide, por distintos motivos, resolver unilateralmente y sin justa causa, el contrato que lo vincula con el jugador en cuestión, queriendo así evitarse el pago de la indemnización que, como consecuencia de dicha resolución unilateral y sin justa causa, le correspondería al jugador. Y es que son muchos los casos en los que jugadores de fútbol deciden emigrar a aotros países para buscar oportunidades profesionales que sus propios países de origen no les brindan. Lamentablemente, y en ocasiones, dichos jugadores carecen del asesoramiento jurídico necesario para proteger sus derechos e intereses en el contrato profesional que les unirá al club en cuestión. No solo respecto a a las garantías mínimas de las prestaciones profesionales del jugador, ni a las cuestiones básicas de su retribución, alojamiento para él y para su familia, en su caso, y a los derechos y obligaciones básicas en este tipo de contratos, sino a la propia naturaleza jurídica de los mismos que condionarán, en un futuro y en su caso, los derechos que ostentará el jugador en caso de incumplimiento por parte del club. Y es que no es lo mismo haber suscrito con el club un contrato laboral de jugador de fútbol profesional, a un contrato civil de prestación de servicios profesionales como jugador de fútbol. Esta circunstancia que es totalmente lógica a ojos del lector, no lo es tanto al entendimiento del jugador en cuestión -y a los agentes en algunos casos- que únicamente persigue la firma del acuerdo para poder jugar al fútbol.
