Al contrario que Rubens, Van Dyck ha estado al margen en la crítica española hasta el grado de faltar su espacio en las exposiciones conmemorativas al centenario del pintor en 1999. No obstante, su obra fue en España tan admirada por los preceptistas como por los mecenas del siglo XVII, y su influencia fue mayor que la de Rubens. El objeto de este artículo está en probar la realidad y los olvidos. El eco de su arte tuvo igual alcance que en Flandes, Italia o Inglaterra. Un solo coleccionista, el marqués del Carpio, poseyó más pinturas que Carlos I de Inglaterra. Para Lázaro Díaz del Valle �fue el verdadero phénix de nuestro siglo�, y Velázquez se sirvió de sus grabados para el gallardo retrato del conde Duque de Olivares
Unlike Rubens, van Dyck has been a marginal figure in Spanish art criticism even to the point of not holding commemorative exhibitions to celebrate his 400th anniversary in 1999. Nevertheless, during the 17th century in Spain his paintings were as admired by art writers as by art patrons, and his influence was actually greater than that of Rubens. This article proposes to demonstrate realities and omissions. The echo of Van Dyck�s art was just as widespread and important in Spain as in Flanders, Italy or England. A single collector, the marquis of Carpio, owned more paintings by the artist than Charles I of England. For Lázaro Díaz del Valle he was the �true phoenix of our century,� and Velázquez used van Dyck�s engravings as models for his elegant portrait of the Count-Duke of Olivares.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados