En Castilla y León impera una modalidad fria o fresca del clima mediterráneo. Sin embargo, en la comarca de los arribes del Duero predomina una modalidad cálida. Tal excepcionalidad climática se debe a la configuración geomorfológica. En la mayoría de la comarca el invierno es corto y suave, el verano caluroso y el periodo libre de heladas tan amplio que pueden prosperar cultivos termófilos; pero la actividad agraria esta muy limitada por suelos deficientes y bruscas pendientes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados