2010 fue el tercer año de recesión del mercado de vivienda en España. El cambio de ciclo fue consecuencia de la crisis iniciada en el verano de 2007 y sucedió a una larga e intensa fase de expansión previa. En 2010 tocaron fondo las ventas de viviendas, tras dos ejercicios previos de retrocesos acusados. En la primera mitad de 2010 dichas ventas parecieron recuperarse, pero perdieron fuerza una vez superada la fecha de elevación del tipo del IVA que afecta a las ventas de viviendas de nueva construcción. Los precios de las viviendas descendieron en 2010, aunque con menos intensidad que en el año anterior. El retroceso de los precios de la vivienda en España ha tenido hasta 2010 menos fuerza que en otros países en los que el cambio cíclico fue de una intensidad equivalente al de España. El peso del ajuste ha recaído sobre la nueva oferta de viviendas, que volvió a descender con intensidad en 2010. La caída continuada de las viviendas iniciadas provocó un nuevo retroceso de la construcción residencial y del empleo derivado de la misma. La política de vivienda en España va a sufrir desde 2011 recortes en el alcance de las ayudas directas a la promoción de viviendas protegidas para la venta y el alquiler. En dicho ejercicio desaparecerá la ayuda fiscal al acceso a la vivienda en propiedad para un segmento importante de los nuevos adquirentes. En 2011 resultará decisivo el papel de las entidades de crédito en el mercado de vivienda, en principio por la trascendencia de la posible recuperación del flujo de nuevos préstamos a comprador. También influirán dichas entidades sobre los precios de venta de las viviendas en España, por su control de un segmento relevante de la oferta de viviendas pendientes de venta.
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