La larva migratoria cutánea es una entidad caracterizada por la penetración de gusanos en la piel, sobre todo Ancylostoma braziliense y Ancylostoma caninum. La imagen clínica típica es la de una tracto eritematoso serpinginoso en la piel, que con frecuencia es pruriginoso y que normalmente afecta a los pies, las piernas y las nalgas. Es una enfermedad autolimitada, aunque un tratamiento antihelmíntico eficaz puede disminuir los síntomas y acortar su duración.
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