Francisco Antonio Gardoqui ha sido el único bilbaíno en obtener el capelo cardenalicio. Para llegar a ser miembro del colegio cardenalicio, tuvo que hacer previamente una carrera. Desde los apoyos que sus parientes más cercanos le proporcionaran en sus primeras fases hasta el servicio a la Monarquía hispánica, pasando por sus años de estudios en la Universidad de Valladolid, Gardoqui se sirvió de una serie de relaciones privilegiadas que le permitieron ascender en la estructura jerárquica de la Iglesia. El propósito de este trabaio es enmarcar su carrera en este contexto relacional.
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