La energía es un factor limitante durante la realización de cualquier actividad física, y concretamente durante la realización de deportes colectivos como el baloncesto. Para impedir el agotamiento de las reservas de glucógeno muscular y hepático durante el ejercicio es necesario controlar la ingesta previa a la competición, la que se realiza durante la competición y la que se realiza después de la misma.
En este estudio se analizaron los hábitos alimenticios de 35 jugadores de baloncesto de tres equipos: uno de categoría Cadete �A�(12), otro de primera autonómica (12) y otro de ACB (11), a los que se les pasó un cuestionario para obtener datos sobre la ingesta de alimentos antes, durante y después de la competición.
Los resultados señalaron que del total de la muestra un 55�5% de los jugadores no ingirieron alimentos antes de los partidos. Durante la competición un 91�4% no lo hizo y un 48�5% no tomó alimentos en los 30 minutos transcurridos una vez concluida la competición. Del mismo modo se observó que si bien los jugadores no ingerían alimentos, si tomaban líquidos o bebidas energéticas antes, durante y después de los partidos.
La conclusión más relevante es que los hábitos alimenticios de los jugadores no son los correctos para optimizar su rendimiento deportivo en relación con la prevención de reservas de glucógeno.
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