La avanzada gubernamental por la construcción de una nueva simbología cultural creada desde el poder, ha ido tomando espacios que, progresivamente, han desplazado a actores que fueron considerados independientes u "opositores", según se comprenda la nueva nomenclatura.
Un conversatorio con Maite Espinaza, Héctor Manrique y Oscar Lucién nos permite comprender cómo algunas políticas públicas en el área cultura han ido minando la pluralidad en el escenario.
Sube el telón.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados