En el Hospital Universitario de Canarias pusimos en marcha, en mayo de 2008, un protocolo de tratamiento de inducción para pacientes hipersensibilizados que reciben injerto renal de cadáver utilizando inmunoglobulinas intravenosas, plasmaféresis y rituximab más una inmunosupresión triple con prednisona, tacrolimus y micofenolato mofetil. Presentamos los resultados de 4 pacientes. Todos ellos presentaban una tasa de anticuerpos anti-HLA (PRA por CDC) superior al 75%, llevaban en lista de espera de 4 a 17 años, el tiempo de seguimiento posterior al trasplante fue de 10-14 meses y la supervivencia de paciente y del injerto en este período fue del 100%. Sólo un paciente sufrió un rechazo agudo mediado por anticuerpos y otro uno celular, en ambos casos reversibles con el tratamiento. En la evolución no se objetivó aparición de novo de anticuerpos donante-específicos. Todos los pacientes habían reducido significativamente el número de células CD19+ después de la infusión de rituximab. No se han detectado síntomas neurológicos indicativos de leucoencefalopatía multifocal progresiva ni infecciones virales graves después del trasplante y tampoco se han observado efectos secundarios inmediatos tras la administración de la medicación.
En resumen, el tratamiento de inducción combinado con inmunoglobulinas, plasmaféresis y rituximab en pacientes hipersensibilizados permite la realización del trasplante renal procedente de donante cadáver con buenos resultados a corto y medio plazo y sin graves efectos secundarios.
Queda por conocer si estos buenos resultados se mantendrán a más largo plazo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados