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Resumen de El inca Vargas Llosa

J. J. Armas Marcelo

  • En 1560, Gómez Suárez de Figueroa, hijo de la princesa inca Chimpu Ocllo y el capitán extremeño Sebastián Garcilaso de la Vega, justicia mayor y corregidor de Cuzco, partía hacia España en pos de los orígenes y el legado de su recién difunto padre. "Varón insigne, ilustre en sangre, valiente en armas", según reza la lápida de su sepultura en la Capilla de las Animas de la Catedral de Córdoba, Suárez de Figueroa pasará sin embargo a la Historia como "perito en letras" y con el nombre de Inca Garcilaso, orgullosa "advocación" que refleja su doble estirpe quechua y castellana. Sus "Comentarios Reales" y su "Historia General del Perú" conforman una pionera y conciliadora crónica del Imperio antes y después de los españoles; pero es sobre todo un admirable monumento artístico que inaugura la Historia de la literatura iberoamericana y refunda el castellano como una lengua universal de cultura que en adelante se nutrirá, no sólo del acervo peninsular, sino de la rica aportación de la España de ultramar.

    Casi cuatro siglos después del viaje a los orígenes del primer escritor mestizo de América -de América y de España-, Mario Vargas Llosa, peruano de Arequipa, de viejo linaje extremeño, seguía el ejemplo del Inca y ensayaba en el Viejo Continente los primeros pasos de una trayectoria literaria de primer orden. Inscrito en la heterogénea nómina de virtuosos del idioma que conformó el "boom" iberoamericano -no falta quien considera su novela "La ciudad y los perros" como uno de los momentos fundacionales del movimiento-, Vargas Llosa se destacó enseguida como nombre mayor; merced a sus logros literarios -"La casa verde", "Los cachorros", "Conversación en La Catedral", "La guerra del fin del mundo"...-, pero también a su reiterado compromiso escrito con la lucha por la libertad de América Latina. Renunció a ejercer de coro de utopías sangrientas y las combatió con la pluma, lo cual le enajenó amigos y beneficios. Llegó incluso a saltar la barrera y ensayar en su Perú natal una carrera presidencial que (quién sabe si afortunadamente) finalmente se frustró.

    De la misma manera que el Inca Garcilaso hizo gran literatura tratando de esclarecer la conflictiva realidad de su tierra tras la conquista española y su propia condición de mestizo, Vargas Llosa ha hecho de su obra baluarte de la libertad individual, y también de la justicia, ante la conflictiva realidad del subcontinente iberoamericano. Ahora, este "blanquito" de sangre pero mestizo de corazón ha vencido ciertos prejuicios ideológicos de la Academia sueca -el archiconocido caso del argentino Jorge Luis Borges- y ha obtenido el Premio Nobel de Literatura, meta espléndida del camino iniciado por el Inca Garcilaso, y, después, por otros mestizajes como los de los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, el guatemalteco Miguel Angel Asturias, el mexicano Octavio Paz, el colombiano García Márquez...


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