Una buena parte de los lectores conocen la Biblia como un solo libro por sus ediciones habituales, pero en realidad se trata de un conjunto de libros, de una biblioteca. Esta colección, una vez abierta, resulta ser plural y diversa: en sus autores, en su fecha de composición dilatada a lo largo de diez siglos y también en su estilo. La Biblia reúne textos narrativos, legislativos y poéticos. Entre tan vasto y variado material resulta normal que existan referencias a la prostitución al igual que en otros textos de la antigüedad. Al presentarlas vamos a distinguir entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
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