En los últimos meses Islandia ha estado en portada de todos los medios informativos, no por cuestiones políticas, económicas, sociales o culturales; sino por uno de los elementos que ha configurado la idiosincrasia de este país: su naturaleza dura e indómita. Muchos se preguntan cómo es posible que un volcán que entró en erupción en un país aislado y pequeño haya provocado un caos aéreo y económico a escala mundial sin precedentes. Al margen de este acontecimiento, para algunos, luctuoso; si uno se acerca más a fondo para conocer la realidad de este país se sorprende gratamente de lo que encontramos. Como Víctor Borge apuntó "Islandia es un pequeño gran país, es una isla grande con muy poca población... pero nunca ha sido un lugar insignificante, aislado o primitivo".
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