María Almudena Álvarez Irarreta
Tras �el retumbar� de la tercera ola tecnológica descrita por Alvin Toffler, nos situamos en la era mediática.
La juventud, en mayor o menor medida, ha nacido y/o crecido a la vez que las TI C e Internet ocupa un lugar privilegiado en sus vidas con un progreso ajeno a detractores y defensores de este medio. Y es que Internet ha sido capaz de dar respuesta a las necesidades de la Generación @ al mismo tiempo que ha ido imponiendo su autoridad idiomática. La lectura se transforma ante la imperiosa necesidad de adaptarse tanto al formato como a la juventud lectora. La forma de lectura lineal, abre paso a la navegación, bien se trate de hipertextos, hipermedios o de documentos electrónicos. La comunicación escrita cobra una dimensión sin precedentes en una variedad de géneros sincrónicos y asincrónicos.
En este contexto, la educación se sitúa en el ojo del huracán del cambio y los nuevos desafíos que se le plantean son importantes. Siguiendo las directrices marcadas por el Tratado de Bolonia y el Pacto de Lisboa, las tecnologías cobran mayor protagonismo en los procesos educativos. Es la oportunidad de facilitar a la juventud las competencias que precisa para que las meras destrezas digitales se enriquezcan con las informativas, que le permitan la construcción del conocimiento de manera personalizada y responsable y la formación integral como personas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados