Jesús Herranz González-Botas, Juan Carlos Vázquez Barro, L. Larrañeta Alcalde
Laringólogos y logopedas han buscado el método ideal para la rehabilitación del laringectomizado durante más de 100 años. Disponemos de tres opciones: laringófono eléctrico, voz esofágica y fístula traqueoesofágica. El laringófono es fácil de usar. Por contra produce una voz metálica y dependemos de pilas.
La voz esofágica no es metálica y no depende de pilas. Requiere un entrenamiento prolongado y el porcentaje de pacientes que alcanza una voz útil oscila entre el 5 y el 40%, sin conseguir pronunciar más de 4 ó 5 palabras con cada inspiración.
La aparición de la fístula traqueoesofágica revolucionó la rehabilitación del laringectomizado total en los últimos treinta años, con cifras de resultados positivos que rondan el 90% en algunos autores.
A pesar de no ser perfecto, la fístula traqueoesofágica se considera hoy como el método ideal para la rehabilitación fonatoria del laringectomizado total.
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