La llegada de la Segunda República suscitó posturas divergentes en el seno del movimiento libertario, que acabaron con la escisión de la CNT. Parte de los anarcosindicalistas consideraron el nuevo régimen democrático un marco adecuado para desarrollar sus actividades, opción posibilista que en Nájera se plasmó en la entrada de Félix Morga, veterano dirigente libertario, en el Ayuntamiento. En el presente artículo se analizan los principios ideológicos subyacentes a la participación política de Félix Morga, como una primera aproximación a los fundamentos de esta expresión particular del posibilismo libertario consistente en el ejercicio del poder local.
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