C. Díaz Lagares, Rafael Belenguer, Manuel Ramos Casals
Objetivo Analizar la experiencia publicada sobre el uso de adalimumab en el tratamiento de enfermedades autoinmunes en adultos.
Métodos Se realizó una revisión sistemática de los artículos incluidos en la base de datos Medline desde el 1 de enero de 1990 al 31 de diciembre de 2008, combinando el término «adalimumab» con las diferentes enfermedades autoinmunes sistémicas. Se identificaron un total de 241 artículos, de los que 154 se revisaron a texto completo y 18 fueron finalmente seleccionados como relevantes.
Resultados En los 18 artículos seleccionados se incluían 54 pacientes adultos con enfermedades autoinmunes tratados con adalimumab: 16 pacientes con enfermedad de Behçet; 13 con uveítis idiopática; 5 con sarcoidosis; 5 con uveítis asociadas a otras enfermedades (psoriasis en 2, espondilitis anquilosante en 1, artritis idiopática juvenil en 1, enfermedad de Crohn en 1); 4 con enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada; 4 con uveítis de Birdshot; 3 con vasculitis (arteritis de la temporal, enfermedad de Takayasu y una vasculitis cutánea asociada a artritis reumatoide), 2 con enfermedad de Still del adulto; uno con policondritis recidivante y un paciente con esclerosis sistémica. Las manifestaciones clínicas que motivaron la indicación fueron la uveítis (39 casos), afectación mucocutánea (9), vasculitis (3), artritis (6) y afectación pulmonar (3). En todos los casos se trataban de enfermedades refractarias a tratamiento con glucocorticoides (42 casos, 78%), inmunosupresores (42, 78%) y otros biológicos (29, 54%). Cincuenta (93%) pacientes respondieron a adalimumab. La respuesta fue similar tanto en aquellos que habían recibido otro biológico como en los que adalimumab era el primer biológico administrado. En 5 (9%) pacientes se describieron efectos adversos (3 reacciones cutáneas locales, un paciente con angioedema y una exacerbación de una fibrosis pulmonar). Tras un tiempo medio de seguimiento de 11,9 meses, 12 (22%) pacientes presentaron recidiva y uno (2%) falleció por exacerbación de su enfermedad de base.
Conclusiones La evidencia del uso de adalimumab en enfermedades autoinmunes proviene de casos aislados y ensayos no controlados, que incluyen en todos los casos a pacientes graves y refractarios a tratamiento convencional. En este contexto clínico, el uso de adalimumab aparece como una opción eficaz y segura, especialmente en pacientes con uveítis y enfermedad de Behçet.
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