Este artículo analiza de forma crítica la política extranjera americana hacia los llamados estados bribones (rogue). Se utiliza el importante concepto psicológico de la profecía autocumplida, aunque poco divulgado en las ciencias políticas, para plantear que muchos de los conflictos de EE.UU con los estados rojos son construidos por los propios EE.UU. Incluso antes de que algunos países supuestamente rojos tuvieran una relación significativa con la U.S., Washington creó una imagen enemiga de ellos y actuó de acuerdo con ella. Al tratar a estos países como enemigos, EE.UU indujo a una percepción hostil entre ellos y dichos países, convirtiendo así en realidad su visión construida. Se sugiere representar el papel asociado al otro como una estrategia para desmontar los estados bribones. Se concluye con algunos comentarios críticos sobre la política extranjera americana contemporánea.
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