Después del crecimiento en la oferta educativa para estas primeras edades, tenemos que plantearnos si lo estamos haciendo bien. No basta con decir que la respuesta positiva de las familias solicitando plaza en las escuelas infantiles de primer ciclo es el indicador de calidad de este servicio público, dado que quizá es únicamente una respuesta a la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar. Debemos encontrar más indicadores para evaluar su calidad, también con respecto a las necesidades de las criaturas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados