El registro fundamental de las poéticas españolas a partir de la posguerra, esencialmente de la llamada «poesía social o testimonial» de los '50, consiste -aunque parezca paradójico, dado su explícito afán de compromiso- en la progresiva constatación de la crisis del lenguaje como vehículo de representación y comunicación y la deconstrucción de la figura del poeta como sujeto central de la escritura. Incapacidad de la palabra y del poeta para comunicar y referir (Blas de Otero), inutilidad de la empresa poética y figuración terminal de su muerte y de la de su ha-blante (Hierro), perfectibilidad e impersonalidad de la poesía (Celaya). Justamente me referiré a estos autores, pues son quienes aparentemente cnstalizaron un ideario opuesto al que estos postulados discursivos instituyen: el gran gesto utópico de la primera poesía de posguerra. Para una crítica mayoritariamente quedaron congelados en esa empresa testimonial, ingenuos portavoces de la poesía como arma de cambio social e instrumento dócil de comunicación. Mi propuesta apunta a una relectura de sus textos completos, desde una mirada menos confiada en sus propuestas programáticas y más atenta a los huecos y fisuras que sus escrituras dibujan a lo largo de su evolución, teniendo en cuenta el desarrollo de la serie literaria hasta nuestros días.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados