Ramiro Díez Lobato, Alfonso Lagares, José Fernández Alén, R. Alday
La implantación del espacio europeo de educación superior (EEES) inspirado en la declaración de Bolonia conlleva la introducción de un nuevo paradigma docente que requiere reestructurar la enseñanza universitaria.
Este proceso ha llevado a la reducción de la duración de los anteriores grados con excepción de unos pocos, entre los que se cuenta el nuevo Grado de Medicina. Aunque es un objetivo prioritario del EEES homogeneizar y armonizar las enseñanzas y las titulaciones en Europa para favorecer la circulación o intercambio de estudiantes y de profesionales, en el año 2010, cuando debería haberse completado el proceso boloñés, está muy lejos de conseguirse la deseada convergencia en la enseñanza superior en Europa.
En este artículo se comenta cómo el retardo en la armonización y la convergencia europea es especialmente relevante en los estudios de Medicina, y se analiza el desarrollo del proceso boloñés, tanto en Europa como en nuestro país, donde se están diseñando los nuevos Planes de Estudio de Medicina en un marco limitado por la improvisación burocrática y la precipitación derivadas de los plazos fijos impuestos por las autoridades políticas (límite en el 2010), la falta de financiación, y la inercia de sectores profesorales que desconocen lo esencial del proyecto y muestran indiferencia, o incluso resistencia, a cualquier cambio de paradigma docente. Así, y en contraste con lo ocurrido en otros países vecinos, en los que independientemente del proceso de Bolonia se han conseguido diferentes grados de modernización curricular, en España existe un alto riesgo de que los nuevos Planes se queden en meros cambios cosméticos de los utilizados previamente en la mayoría de las Facultades. De resultar así, la introducción de verdaderas innovaciones docentes, como las preconizadas desde el EEES, se vería seriamente limitada aumentando más aún la divergencia con Europa.
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