Se considera que hasta un 20% de intervenidos de craneosinostosis requieren cirugías secundarias. Son varias las técnicas que se han venido utilizando dentro de la cirugía craneofacial para la reconstrucción de grandes defectos óseos en pacientes pediátricos a lo largo de los años. Presentamos una nueva técnica de obtención de injerto de hueso para el recubrimiento de defectos óseos craneales, en la que se utiliza hueso particulado, obtenido de la calota del paciente mediante un berbiquí y unificado con un adhesivo de fibrina.
Está técnica es sencilla y provoca poca morbilidad en el paciente. Además, permite obtener una importante cantidad de hueso.
Desde el año 2007 utilizamos el hueso particulado autólogo obtenido de la calota del paciente para la corrección de defectos óseos grandes o pequeños que se nos presentaban en la cirugía craneofacial practicada sobre todo en pacientes pediátricos.
Aunque los materiales aloplásticos y sustitutos de hueso han sido utilizados para la reconstrucción de cráneos, el hueso autógeno es la mejor opción. A diferencia de los materiales sintéticos, los injertos autógenos tienen una más rápida osteointegración ya que son osteogénicos, osteoinductivos y osteoconductivos, siendo además el injerto de la misma naturaleza que el hueso donante.
La morbilidad producida al paciente por la obtención del hueso de la calota con esta técnica es mínima, en comparación con otras zonas donantes como costilla o cadera.
La utilización del hueso particulado autólogo durante la cirugía de las craneosinostosis reduce la necesidad de segundas intervenciones por defectos de osificación secundarios. Por otro lado, su obtención es fácil y la cantidad de hueso extraído es suficiente para los pacientes pediátricos.
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