Crear una fuente no es tarea ni sencilla ni rápida. A la laboriosidad de crear todos y cada uno de los glifos necesarios para que sea completamente funcional y útil, se suman unos aspectos estéticos a tener en cuenta que solo serán adquiridos con el estudio del arte tipográfico, y otros asuntos técnicos como la acentuación o el delicado interletraje para el que no hay reglas fijas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados