El artículo se propone brindar puntos de partida para una investigación acerca de las italianas emigradas a Argentina en la segunda posguerrra.
En 1946 Italia emergía de la guerra y de un régimen totalitario, que había asignado a las mujeres un papel meramente reproductor. Argentina, por el contrario, parecía ser un país pacífico, moderno, en el que a las mujeres se otorgaba un papel importante, también fuera de los muros domésticos.
¿Qué expectatívas entrañaba el viaje al país de Evita? ¿Qué posibilidades de cambio se ofrecían a las recién llegadas? Por un lado el mecanismo de los llamados familiares y el procedimiento de los matrimonios por poder parecían confirmar la continuidad de los tradicionales papeles femeninos dentro de la familia, por otro lado, no hay que olvidar que el peronismo brindó a las mujeres la oportunidad de trabajar en las fábricas, contar con servicios sociales, y militar en el sindicato y el partido peronista femenino.
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