En la lectura que el artista Alfred Kubin realiza de la obra ,,Un médico rural" de Franz Kafka nos encontramos con rasgos especialmente nuevos en el proceder del dibujante. Lejos de una representación violenta o enigmática del texto al que acompañan, las ilustraciones para esta obra de Kafka nos muestran un todo minucioso que acentúa la inseguridad del lector. Kubin es afín al autor checo y la consecución de fragmentos que también constituyen sus imágenes nos llevan a la irremediable "ruina", a la demolición. Kubin ilustra la inexistencia de una clave al crear una alegoría "verista" de la narración y, así, el lector se encuentra ante un universo... (Leer más) de "fragmentos� que se atraen como campos magnéticos pero siguen manteniendo su singularidad. De esta manera, tanto Kubin como Kafka "retiran los soportes tradicionales del ademán para quedarse con un objeto de reflexión interminable".
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