Se fué a una cita con la verdad desnuda

• Autores: Pedro Sánchez García, Antonio García García (coord.)
• Localización: Actualidad en farmacología y terapéutica, ISSN 1698-4277, Vol. 7, Nº. 4, 2009, págs. 239-241
• Idioma: español
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• Resumen

  • Era martes de primavera en Seattle (EE.UU) y doblaron las campanas en todo el mundo cuando nos dejó el Prof. Robert F. Furchgott, Premio Nobel de Medicina y Fisiología el año 1998. Buscaba afanosamente la verdad y la encontró. El hallazgo en la pared arterial del EDRF (Factor de relajación vascular de origen endotelial), más tarde identificado como óxido nítrico (NO) es uno de los descubrimientos biomédicos más relevantes del siglo XX. Se trata de la demostración por vez primera de que un gas, inestable y de vida media muy breve, realiza funciones esenciales en el organismo, como mediador universal. A medida que pasa el tiempo su papel funcional, además de vasodilatador, como inicialmente fue identificado, ha crecido exponencialmente. Me gusta decir que es algo así como la Voz de Fuego en un cine. ¿ Imaginan ustedes cuantos mecanismos se pondrían en marcha ante el grito de ¡fuego! durante la proyección de una película?.

    En otras palabras, el NO está en todas partes dónde se le busca cumpliendo funciones biologicas esenciales. El EDRF fue identificado como NO por el Prof. Salvador Moncada, científico de carácter planetario que, sin embargo, fue excluido por razones desconocidas del premio Nobel por su descubrimiento.