En este artículo analizamos, desde una perspectiva teórica, los efectos de algunas de las iniciativas tomadas en el ámbito universitario español orientadas a favorecer un incremento de la producción científica.
Los resultados ponen de manifiesto que los incentivos a la investigación que derivan en la reducción de la carga docente o en un incremento global de la remuneración de los profesores pueden tener un éxito escaso si no se tiene en cuenta la importancia de la distribución de habilidades del profesorado para investigar, la capacidad de éstos de influir en la contratación de nuevos miembros y finalmente la dificultad de controlar efectivamente el tiempo que los profesores deberían dedicar a la investigación, dedicándolo a actividades alternativas.
Los resultados también permiten explicar la concentración de la producción científica en unos pocos centros.
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