Se analizan las características de pluriestratificado y pluritipologizado que definen al edificio histórico desde el punto de vista arqueológico. Estas características son las exigencias del Bien que crean un nuevo marco de referencia a la hora de relacionarnos con él, tanto el arqueólogo historiador como el arquitecto restaurador, y que, por tanto, nos marcan las condiciones imprescindibles a las que, como profesionales, tenemos que ajustarnos en el momento de la intervención/ conocimiento del Patrimonio construido y, de rebote, las condiciones de nuestra formación.
Esto es, dichas características plantean las exigencias del edificio histórico y las responsabilidades del arquitecto y del arqueólogo, de las que hasta ahora no éramos totalmente conscientes. Como tales responsabilidades se pueden ordenar en cuatro grupos de actividades profesionales que, a su vez, agrupan cuatro materias principales de nuestra formación: Interpretar, saber reconocer, conservar y comunicar las relaciones contextuales que autentican el edificio histórico.
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