Actualizaciones en el tratamiento farmacológico de la obesidad

• Autores: F. Javier Salvador Rodríguez
• Localización: Revista de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo, ISSN 1699-5031, Vol. 3, Nº. 4, 2008, págs. 162-173
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Pharmacological treatment of obesity: an update
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• Resumen
  • español

    La base en la que se sustenta el tratamiento de la obesidad descansa sobre los procedimientos encaminados a desequilibrar la ecuación de balance energético a favor del consumo calórico. El tratamiento farmacológico se dirige a favorecer la reducción en la ingesta calórica o a estimular la producción calórica. Dependiendo de su mecanismo de acción los fármacos que se emplean en el tratamiento de la obesidad pueden dividirse en inhibidores del apetito, bloqueadores de la absorción/digestión de alimentos y estimuladores de la termogénesis. Entre los inhibidores del apetito, además de los fármacos de acción adrenérgica como los de tipo anfetamínico que se encuentran proscritos por su efecto adictivo, destacan los agonistas serotoninérgicos como dexfenfluramina (retirada en 1997) y fluoxetina. La comercialización de la sibutramina, un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina con efecto inhibidor del apetito y estimulador de la termogénesis, ha aportado nuevas perspectivas en este campo. Entre los fármacos inhibidores de la absorción merece mención el orlistat que bloquea la absorción de hasta el 30% de grasa ingerida sin ocasionar efectos secundarios de trascendencia. En el terreno de los fármacos termogénicos se encuentra al asociación efedrina-cafeína, y los agonistas beta-3 adrenérgicos, que se encuentran aún en el campo de la investigación. La exenatida, un incretinmimético dirigido al tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2 obesos posee efecto inhibidor del apetito, y efecto reductor de peso, ampliando el panorama terapéutico. Existen una larga lista de perspectivas entre las que figuran la tesofensina y agonistas y antagonistas de péptidos saciantes y orexiantes respectivamente que muestran un futuro esperanzador para el tratamiento de la pandemia de la obesidad.

  • English

    The management of obesity is based on therapeutic procedures oriented to reduce food intake and promote energy expenditure in order to achieve a negative caloric balance and a reduction in excessive body fat. Though a balanced low-calorie diet and physical activity represent the essential part of obesity therapy, medical treatments help to achieve the initial reduction and subsequent maintenance of body weight as well as to decrease the impact of associated risk factors such as diabetes, hypertension or dyslipidaemia. Depending on their mechanisms of action the drugs used in the treatment of obesity can be classified in inhibitors of food intake, blockers of nutrient absorption, and promoters of energy expenditure. Adrenergic and serotoninergic agonists represent the most important drug inhibiting food intake. Sibutramine combines noradrenergic, serotoninergic and dopaminergic activities and is being used succesfully, but blood pressure and heart rate should be controlled. Orlistat is an inhibitor of intestinal lipases which blocks the absorption of the 30% of ingested fat. Both drugs have been shown effective to promote body weight reduction as well as an improvement in the control of diabetes and hyperlipidaemia. The use of thermogenic drugs such as the combination caffeine-ephedrine is limited by adrenergic side effects and the treatment with selective beta-3 agonists in humans has yielded disappointing results. Recent investigations on the regulation of food intake and energy expenditure are shedding light on the mechanisms controlling appetite and satiety, raising new pharmacological possibilities for obesity treatment. Several compounds such as tesofensin, and new satiating compounds and orexigenic hormone antagonists may demonstrate in the near future their efficacy in the treatment of obesity and its related comorbidities. As new compounds acting at different levels of the energetic equation will be delivered, an increase in the strategic relevance of pharmacological treatment of obesity is to be expected.