Fernando VI fue un gran coleccionista de bastones y cajas de oro, objetos adornados en muchos casos con un pequeño reloj alojado en el pomo o en la caja. El monarca heredó de su padre Felipe V un importante número de relojes fabricados sobre todo por relojeros ingleses y enriqueció esa colección real con la adquisición de otros mucho ejemplares. Este artículo ahonda en los origenes de la colección.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados