Juan Carlos Rodríguez Sanjuán, José Carlos Manuel Palazuelos, María José Fernández-Díez, José Manuel Gutiérrez-Cabezas, Joaquín Alonso Martín, Carlos Redondo Figuero, Luis Antonio Herrera-Noreña, Manuel Gómez Fleitas
La complejidad de la cirugía laparoscópica hace necesario un entrenamiento específico fuera del quirófano para acortar la curva de aprendizaje y reducir la morbilidad. El objetivo del estudio es analizar la progresión en habilidades laparoscópicas tras un programa de entrenamiento en laboratorio.
Material y métodos: estudio prospectivo de un programa de entrenamiento de residentes de 4 semanas anuales (20 h semanales) basado en anastomosis en endotrainer, realizado entre 2004 y 2007. Los parámetros principales fueron tiempo y número de anastomosis necesarias hasta llegar a una correcta ejecución. Una vez completada, la anastomosis se revisó conjuntamente mediante un residente y un monitor. Se registraron tiempo de ejecución y fallos anastomóticos (sutura floja, eversión de bordes y fuga).
Resultados: doce residentes realizaron 189 anastomosis yeyunoyeyunales (AYY) (media: 15,8) y 197 anastomosis gastroyeyunales (AGY) (media: 16,4). El tiempo medio de las AYY fue de 72,7 min y el de las AGY fue de 87,2 min. Se observó una gran reducción en el tiempo de ejecución desde el comienzo al final del programa. El porcentaje de anastomosis incorrectas disminuyó en función del tiempo de entrenamiento: el 26,6; el 21,8; el 17,1; el 17; el 16,1 y el 10,5% después de 20; 40; 60; 80; 100 y 120 h, respectivamente. Considerando la reducción, tanto en tiempo de ejecución como en el índice de anastomosis incorrectas, después de 70 h de entrenamiento la curva de aprendizaje alcanzaba una meseta.
Conclusiones: el entrenamiento en endotrainer basado en anastomosis intestinales (tanto AYY o AGY) constituye un método útil de entrenamiento laparoscópico. Después de un entrenamiento de 70 h se aprecia poca progresión.
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