Pronóstico de la depresión en la tercera edad en comparación con la edad adulta. ¿Existe una diferencia clínica significativa?

• Autores: A. J. Mitchell, A. Izquierdo de Santiago
• Localización: Actas españolas de psiquiatría, ISSN 1139-9287, Vol. 37, Nº. 5, 2009, págs. 289-296
• Idioma: español
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• Resumen

  • La depresión mayor es típicamente un trastorno crónico en el cual la probabilidad de sufrir un solo episodio no recurrente es muy baja. Hasta el momento ha permanecido incierto cómo el factor «edad» modera el pronóstico. Especialmente ha sido difícil separar el efecto de la edad de comienzo de la enfermedad del efecto global de la edad en el momento de inclusión o reclutamiento para los estudios. Desde un punto de vista metodológico esta cuestión se estudia mejor mediante estudios incidentes (inception cohort studies) que mediante estudios naturalísticos (naturalistic studies). En los estudios incidentes todos los pacientes reciben tratamiento bajo condiciones controladas y, por tanto, los efectos del factor edad (si existe alguno) pueden ser más aparentes. También la mejor evidencia se consigue a través de estudios comparativos que examinen pacientes de la tercera edad y de la edad adulta más joven en el mismo estudio.

    Tras haber llevado a cabo una exhaustiva revisión de la literatura hemos encontrado tres estudios de episodios de remisión en pacientes en la tercera edad en comparación con la edad adulta más joven, comparativos y de incidencia. Sólo hemos encontrado uno, comparativo y de incidencia, de recaída y recurrencia en pacientes de tercera edad en comparación con edad adulta más joven. Éstos sugieren que la depresión en la tercera edad (refiriéndonos a la edad cronológica) responde igualmente al tratamiento inicial, si bien, presenta una trayectoria longitudinal más adversa que la depresión en la edad adulta más joven. La presencia de una edad más temprana de comienzo de la enfermedad también parece afectar de manera adversa al pronóstico en comparación con el comienzo en edad más avanzada, esto es, en aquellos pacientes que no presentan comorbilidad médica. El efecto de la edad en el pronóstico podría explicarse fundamentalmente por factores como la presencia de episodios previos y la comorbilidad médica.