¿Por qué es más lógica la inferencia de que el paciente no fue informado de que tenía que hacerse dos espermiogramas antes de reanudar sus relaciones sexuales, y no la presunción de que habiéndose hecho primero, obviamente por indicación médica, dicha indicación debió haberse referido también a un segundo espermiograma, cuando tal aparece en los protocolos médicos?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados