La organización espacial del sistema alimentario supone una división del trabajo y del capital entre lugares a lo largo de las cadenas productivas, cuyas conexiones se dan mediante los flujos (de capital, de mercancías, de información, de tecnología, etc.) necesarios para la producción y la circulación del excedente. Los «circuitos de proximidad» comprende - rían aquellos flujos orientados hacia los mercados locales y regionales, cuyas características estarían vinculadas a una mayor cercanía con el origen natural de los alimentos y a una gran participación de pequeños agentes (economía familiar, artesanal, etc.). A pesar de estar presionados por una tendencia de alargamiento �impuesta al sistema alimentario por el desarrollo de las fuerzas productivas�, estos circuitos podrían incrementar la apropiación territorial de la renta gracias a la concentración espacial de funciones o a la explotación de la calidad superior de los productos de la tierra. Los beneficios dependerían de la renta diferencial lograda por los agentes locales o regionales.
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