Aun a día de hoy ningún otro tratamiento para el cáncer de pulmón ha demostrado mejores resultados terapéuticos que la cirugía de resección en estadios precoces de la enfermedad. Establecer un diagnóstico y estadificación preoperatorios lo más correctos posibles constituye una pieza clave dentro de este tratamiento, al igual que realizar un adecuado estudio de operabilidad del paciente de cara a indicar el tipo de resección a que será sometido. El objetivo del tratamiento quirúrgico del cáncer de pulmón debe ser conseguir una resección completa del tumor a la vez que se lleva a cabo una estadificación intraoperatoria patológica tumoral y mediastínica lo más representativa y precisa posible. El papel de la cirugía varía en función del estadio tumoral. La resección quirúrgica es el tratamiento de elección para los estadios I y II. Estadios más avanzados precisan una individualización para conseguir establecer el tratamiento más apropiado.
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