En el presente artículo se analiza la recepción que tuvo la escultura italiana de artistas como Francesco Messina, Arturo Martini, Marino Marini o Giacomo Manzù, tanto en la crítica artística como en los propios escultores españoles. Sus obras, caracterizadas por la plasmación de figuras rotundas en situaciones cotidianas, fueron bien vistas a los ojos de críticos que, como el influyente Eugenio D�Ors, pretendían la recuperación de las raíces más clásicas del arte español al estilo del Novecentismo italiano. El escultor español Cristino Mallo fue uno de los artistas en los que el poso italianizante caló más hondo.
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