Tristeza, dolor, desesperanza. Conceptos que resumen el particular vía crucis que nos propone el siempre controvertido Lars von Trier (Copenhague, 1956) en su última película. Cada proyecto ha significado para el director danés un desafío para su concepción filosófica y estética del cine, su última propuesta, Anticristo, continúa en esa misma línea. Tachada de "provocación barata" y como "grotesca y visceralmente autoindulgente", ante una propuesta tan radical como Anticristo el término medio queda excluido.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados