La imparcialidad del Juez transciende el límite meramente subjetivo de las partes para erigirse en una auténtica garantía previa del proceso y, por ello, puede poner en juego nada menos que la auctoritas o prestigio de los Tribunales que, en un sociedad democrática, descansa sobre en la confianza que la sociedad deposita en la imparcialidad de su Administración de Justicia. Artículo publicado en la revista Actualidad Administrativa n.º 10/2009 La imparcialidad del Juez transciende el límite meramente subjetivo de las partes para erigirse en una auténtica garantía previa del proceso y, por ello, puede poner en juego nada menos que la auctoritas o prestigio de los Tribunales que, en un sociedad democrática, descansa sobre en la confianza que la sociedad deposita en la imparcialidad de su Administración de Justicia. Artículo publicado en la revista Actualidad Administrativa n.º 10/2009.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados