Una de las características fundamentales de las colecciones del Museo del Ejército, junto a las de su gran riqueza y complejidad, es la de la heterogeneidad de sus fondos, tanto por su desigual tamaño como por la naturaleza diferente de los materiales en que fueron realizados. Esta realidad es más evidente, si cabe, en el Departamento de Arqueología y Patrimonio, encargado de gestionar una serie de colecciones singulares y de naturaleza dispar que engloban desde los restos arqueológicos aparecidos en las excavaciones del Alcázar de Toledo o los miles de pequeños y frágiles «soldaditos de plomo», hasta los grandes modelos de fortificación y artillería, así como los voluminosos y pesados vehículos y equipos militares. Todo esto ha supuesto un reto a la hora de planificar y ejecutar todas las actuaciones relacionadas con su embalaje, transporte y ubicación definitiva en Toledo, teniendo que adoptar una serie de soluciones concretas para cada caso.
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