Durante la II Guerra Mundial, católicos y comunistas se prepararon para disputarse el poder político en la posguerra. La Iglesia, al recurrir a la Virgen de Fátima como símbolo del anticomunismo, provocó en Europa meridional y central visiones imitativas, experimentadas sobre todo por niños. Esas visiones continuaron produciéndose a lo largo de la guerra fría. En España, los videntes fueron a menudo hijos de familias que en la Guerra Civil se habían situado en el bando republicano.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados