Actualmente todavía se viven las consecuencias de la denominada Segunda Guerra del Golfo, que finalizó con la ocupación de Iraq por una coalición internacionalliderada por los Estados Unidos. Menos conocida por el gran público, por su limitación en el tiempo y en sus consecuencias, fue la primera guerra, aunque, precisamente, la principal consecuencia de aquélla fueron los lamentables sucesos que siguen sucediendo en las cuencas del Tigris y del Eúfrates, el lugar en el que se dice estuvo el paraíso terrenal.
Si aquel conflicto ha quedado un tanto olvidado, mucho más lo ha sido la participación española en el mismo. Sin embargo, no es mi objetivo en este artículo describir estos hechos en su conjunto, sino una parte determinada de los mismos, particularmente, la participación en la ocupación de la zona norte de Iraq, en concreto el Kurdistán iraquí, por fuerzas de la Brigada Paracaidista del ejército español.
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