La necesidad de corrección lingüística en los textos jurídicos y administrativos no debe interpretarse como la búsqueda del purismo ortográfico y gramatical. En sentido estricto, ni siquiera hay que relacionarla con cuestiones de elegancia estilística. La corrección lingüística debe servir, sobre todo, para evitar los problemas interpretativos que puede ocasionar una redacción defectuosa.En este artículo se ofrecen algunas claves para mejorar los textos y se identifican las raíces de los problemas lingüísticos que acompañan a la redacción jurídica.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados