Este artículo después de valorizar unos aspectos poco conocidos del valor financiero del esclavo, en relación no sólo con los parámetros clásicos (étnicos, físicos, económicos, psico-sociales), sino también con las modalidades de la compra-venta (trueque, condiciones de pago y de entrega), se refiere al esclavo como "valor" sui generis, del que se valían los dueños para el mantenimiento de su estatus. De ahí la aparición de una polisemia secundaria de la esclavitud que redujo la finalidad productiva a corto plazo impuesta por el capitalismo
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