La nueva olivicultura intensiva que implica una mayor uniformidad varietal, al difundirse sólo las "mejores" variedades, y un sistema más forzado de cultivo (riego, fertilizantes, densidades mayores, tratamientos, etc.), contribuye también a alterar dicho equilibrio si no se toman medidas para evitarlo. Un ejemplo que, desgraciadamente, parece apoyar esta posibilidad es la Verticilosis, desconocida hace 30 años y considerada actualmente la enfermedad más grave de los olivares jóvenes, cuyo agente podría haber existido anteriormente sin llegar a manifestarse severamente (Andrés, 1991).
Las principales enfermedades del olivar descritas en el mundo y su importancia relativa en España se indican en la Tabla 1. De ellas, cabe destacar las enfermedades causadas por hongos (micosis) que afectan a hojas y aceitunas (especialmente Repilo, Antracnosis y Emplomado), las micosis radicales (Verticilosis y podredumbre de raicillas causada por Phytophthora), la bacteriosis conocida como Tuberculosis o verrugas y diversas anomalías debidas a factores abióticos. A continuación se describen las características más notables de estas enfermedades, con énfasis en los resultados de las investigaciones desarrolladas por el grupo de investigación �Patología Agroforestal� de la Universidad de Córdoba durante los últimos 15 años. Una revisión más detallada de las mismas puede consultarse en Trapero y Blanco (2008).
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