Poul Nyrup Rasmussen, Roger García Lenberg (trad.)
La Unión Europea necesita tener una política económica común. El aprendizaje histórico ha servido para constatar que la integración gradual de las políticas nacionales, desde la Comunidad del Carbón y el Acero hasta la Estrategia de Lisboa, ha sido muy beneficiosa para la dinamización de las economías, para el incremento de la inversión interna y para el desarrollo de una fuerza laboral cualificada y competitiva. Otra de las enseñanzas aprendidas es que la cooperación y la solidaridad han sido claves para que la Unión Europea haya llegado a ser la economía más grande, más igualitaria y más productiva del mundo, aspectos estos que deben tenerse muy en cuenta a la hora de afrontar la crisis económica actual.
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