Con respecto a la relación familia-escuela, caven varias respuestas. En estas líneas se propone una que, enunciada brevemente, consiste en lo siguiente: a) no hay participación en el ámbito educativo porque su sentido es confuso e impropio; b) dicha confusión se debe a un erróneo planteamiento de la relación originaria entre familia y escuela; c) dicha relación originaria tiene una forma jurídica definida, que es la delegación.
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