Resumen de Sobre el origen de las armas republicanas
Al acercarse el final de la guerra civil española, el armamento del Ejército de tierra nacional procedía, en unos porcentajes que pueden establecerse grosso modo entre un veinticinco y un treinta por ciento, de capturas hechas a su adversario, el Ejército Popular. Así ocurría con las armas ligeras, los medios blindados e, incluso, la artilleria. Las desbandadas de las tropas republicanas, como las ocurridadas durante la marcha sobre Madrid o en la gran batalla de Aragón en la primavera de 1938 y, sobre todo, las tres sucesivas derrotas del Ejército republicano del Norte, a más de alguna que otra captura hecha en el mar antes de que los materiales llegaran a sus destinatarios, habían puesto en manos de los nacionales un enorme botín bélico que les habia permitido equipar a bastantes de sus unidades de primera línea -en las que algunas de las armas enemigas eran especialmente apreciadas- y a la casi totalidad de las de retaguardia.
