Las conductas que desarrollan los líderes pueden aprenderse. Es una de las principales conclusiones del libro Líder emocional, donde sus autores muestran cómo dirigir a las personas hacia la excelencia, la satisfacción y el éxito colectivo. El liderazgo emocional implica que el individuo sea plenamente consciente del poder que supone desempeñar el papel de líder. Además, debe escapar de ciertos mitos muy extendidos sobre el liderazgo que perjudican el desempeño de esta acción. Un auténtico líder debe ser capaz de crear un clima de resonancia en el grupo que dirige y ser una persona autoconsciente y autocontrolada, abierta y atenta a los demás y al mundo que le rodea.
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