Si en la primera entrega de este artículo, publicada en el pasado número de "MK Marketing+Ventas", el 176, se abordó la organización de los actos privados, en esta ocasión toca el turno a los públicos, oficiales y no oficiales. La planificación de un acto público reviste una complejidad mayor en documentación que uno privado, puesto que exige una serie de requisitos administrativos y burocráticos. Además, en él la seguridad suele corresponder a la institución que le promueve junto a los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado. Dentro de los actos Públicos Oficiales se distinguen dos tipos: los de carácter general y los especiales. De las precedencias y presidencias en unos y otros, sus tipos, los criterios a seguir y normativas, se habla de un modo práctico en este artículo
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